Vicente Verdú, autor |
Abandona
tu pueblo, abandona tu ciudad, tu tierra, tu país.
Estas palabras resumen todo, absolutamente todo, lo que se nos transmite día y noche a los jóvenes ilicitanos. Ya no existen posibilidades de vivir en nuestra tierra, no puede haberlas; ya no hay trabajo. No hay trabajo... Graciosa afirmación, proviniendo de una ministra de Trabajo que no ha trabajado en su vida. Curioso como poco es que para la gran mayoría de empleos se requiera experiencia laboral, excepto para el puesto de ministra de Trabajo. Pero qué más da, al fin y al cabo, un inepto más mandando, y en ineptos mandando, con nuestro País Valenciano pocos rivalizan. La cuestión no es tanto quién lo afirme, sino la réplica. Si te tiran de tu casa los bancos, reaccionas; si te tiran de tu trabajo, reaccionas; hasta si te tiran del bar donde ves lo partidos los domingos, desentierras el hacha de guerra sin dudarlo. ¿Cómo puede ser que te exilien y, resignado, busques dónde narices está Laponia?
Estas palabras resumen todo, absolutamente todo, lo que se nos transmite día y noche a los jóvenes ilicitanos. Ya no existen posibilidades de vivir en nuestra tierra, no puede haberlas; ya no hay trabajo. No hay trabajo... Graciosa afirmación, proviniendo de una ministra de Trabajo que no ha trabajado en su vida. Curioso como poco es que para la gran mayoría de empleos se requiera experiencia laboral, excepto para el puesto de ministra de Trabajo. Pero qué más da, al fin y al cabo, un inepto más mandando, y en ineptos mandando, con nuestro País Valenciano pocos rivalizan. La cuestión no es tanto quién lo afirme, sino la réplica. Si te tiran de tu casa los bancos, reaccionas; si te tiran de tu trabajo, reaccionas; hasta si te tiran del bar donde ves lo partidos los domingos, desentierras el hacha de guerra sin dudarlo. ¿Cómo puede ser que te exilien y, resignado, busques dónde narices está Laponia?
No
hay reacción. Aceptamos nuestros destinos porque asumimos que no hay
alternativa, que no hay otra opción. No había otra opción para los
más de 23 000 millones de euros regalados a Bankia; no había otra
opción que comprar dos helicópteros de combate de casi 25 millones
de euros (y recemos que se quede en eso) ¿De verdad no había otra
opción? Pues bien, exceptuando a aquellos que tenían mas de 100 000
euros en Bankia (los únicos que corrían el riesgo de perder algo) y
a los amantes de los helicópteros militares, creo que el resto
estamos en contra de este despilfarro. Muchos queríamos que ese
dinero se hubiese inyectado en la economía para no vernos expulsados
vilmente de nuestra tierra. Pues a estos muchos quiero terminar
hablando. ¿Qué hacemos? Solo tenemos dos opciones: o aceptamos
sumisamente el exilio, o nos rebelamos.
Y
al rebelarnos, luchemos contra todos los ineptos que nos gobiernan,
asumamos que esta tierra es nuestra, que el dinero del Estado es
nuestro, que incluso los bancos, rescatados con el dinero de nuestros
impuestos, también son nuestros. Enfrentémonos al exilio forzoso,
evitemos marchar a Laponia, quedémonos en nuestra ciudad luchando
por nuestras familias y por nuestra gente. Asumamos, en definitiva,
que sí hay alternativa. Y que el futuro es nuestro.
Los
y las joves
de Esquerra Unida Elx lo tenemos claro. Por eso, apoyamos las
acciones de 'Juventud sin futuro', que despliega estos días la
campaña #NoNosVamosNosEchan. Hacemos, por tanto, un llamamiento a la
juventud ilicitana para la convergencia en la lucha por nuestros
derechos, porque nosotros y nosotras somos también afectados por las
prácticas abusivas de los bancos, de la Troika y de los Gobiernos de
turno. Es momento de rebelión democrática, es momento de que las y
los jóvenes transformemos la frustración en alternativa y la
alternativa, en poder. Y a Laponia, #QueSeVayanEllos.
Vicente Verdú
Escrivà
Coordinador
de Joves d'Esquerra Unida - Baix Vinalopó